miércoles, 15 de mayo de 2013

enfermedad de inisakis

Es un nemátodo -gusano redondo- de unos 3 cm. de longitud y 1 mm de grosor. Tiene un color blanquecino y es casi transparente. Esto provoca que pase frecuentemente inadvertido. Es infeccioso para el hombre sólo cuando se encuentra como larva, en la tercera fase de su ciclo. Se localiza en el pescado (principalmente en la vísceras, aunque también se encuentra en los músculos y en la piel)
Los Anisakis producen una enfermedad llamada anisakiasis o anisakidosis. No es una enfermedad grave. Para que se produzca, los anisakis deben estar vivos en el alimento (pescado)
Los síntomas suelen ser dolor abdominal agudo, vómitos, náuseas y diarreas. En casos extremos obstrucción intestinal.
Tratamiento farmacológico indicado por el médico. Sólo en casos extremos de obstrucción puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Hay personas que muestran alergia a los anisakis aunque los que contenga el alimento estén muertos. Son alergias que suelen ser aisladas. Urticaria: ronchas, habones en la piel, picores, hinchazón de párpados, labios, lengua, etc.
Los pescados con anisakis se encuentran en especies muy comunes y populares de nuestros mercados: merluzas, boquerones, sardinas, salmones, bacalao, caballa.

Para eliminar los anisakis del pescado y marisco se debe:
  • Frío: Estar congelado durante 24 horas a una temperatura mínima de -20 ºC. Este método es obligatorio en pescados que se preparen para su consumo parcial o totalmente crudo.
  • Calor: Someterlos a una temperatura mínima de 60º en el centro del alimento al menos 10 minutos a través de la cocción, fritura u horno.
Realizado por:Carmen Lidia y Ana molina

enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn causa inflamación del sistema digestivo. Pertenece a un grupo de enfermedades llamado enfermedad intestinal inflamatoria. La enfermedad puede afectar cualquier área desde la boca hasta el ano. Suele afectar la parte baja del intestino delgado, llamada ileon.
La enfermedad de Crohn parece tener una tendencia familiar. Puede ocurrir en personas de todas las edades, pero es más frecuente en los adultos jóvenes. Los síntomas comunes son dolor en el abdomen y diarrea. También pueden aparecer hemorragia rectal, pérdida de peso, dolor articular, problemas en la piel y fiebre. Los niños con esta enfermedad pueden tener problemas de crecimiento. Otros problemas pueden incluir la obstrucción intestinal y falta de nutrición.
El tratamiento puede incluir medicinas, suplementos nutricionales, cirugía o una combinación de estas opciones. Algunas personas tienen largos períodos de remisión en los que no presentan síntomas.

Realizado por Ana Molina y Carmen Lidia

jueves, 25 de abril de 2013

Oído

El sentido del oído está encargo de hacernos percibir los sonidos y el aparato anatómico destinado a percibirlos, en conjunto, se denomina órgano del oído, y se encuentra ubicado en el peñasco del hueso temporal en el cráneo.
El órgano del oído presenta en la serie animal variaciones profundas, que en este caso, como ocurre en los demás órganos, son la consecuencia de la adaptación a los medios exteriores. En gran número de invertebrados acuáticos (moluscos), así como en algunos peces inferiores, este órgano es muy simple: se compone esencialmente de una bolsa membranosa (otocisto) llena de líquido, en el interior de la cual los filetes terminales del nervio auditivo vienen a ponerse en relación con un sistema de células epiteliales provistas de pestañas vibrátiles. Semejante simplicidad morfológica está en relación con el escaso desarrollo que presenta en estos animales el sentido del oído y resulta sumamente fácil que las ondas sonoras se transmitan del líquido ambiental al líquido de la bolsa auditiva, por tener ambos medios casi igual densidad.
                        
                                  

En los animales de vida aérea y muy especialmente en los mamíferos, el aparato auditivo se complica a medida que se perfecciona. Este perfeccionamiento resulta necesario por la escasa conductibilidad del aire para las ondas sonoras y por la dificultas que encuentran éstas al pasar de un medio gaseoso a un medio líquido. La bolsa primitiva persiste con su elevado papel de aparato receptor de sonidos; sin embargo, se transforma en vesículas múltiples y de estructura sumamente compleja, las cuales, con el nombre de laberinto u oído interno, se hallan situadas profundamente en el espesor el peñasco. A esta pared esencial se une, como componente accesorio, un conducto prolongado, el cual, abierto al exterior por su extremidad externa, más o menos ensanchada, está destinado a recoger las ondas sonoras y conducirlas hasta el oído interno. Dicho conducto tiene el carácter de un aparato de transmisión. Un diafragma membranosos, el tímpano, lo divide en dos partes notablemente desiguales: una porción externa, mucho más grande, en comunicación directa con el ambiente: el oído externo; una porción muy estrecha y directamente aplicada contra el laberinto: el oído medio o caja del tímpano. Dentro de ésta caja, llena de aire al igual que el conducto auditivo externo, se hallan ciertos huesesillos, dispuestos regularmente uno a continuación de otro en forma de cadena ininterrumpida, en la cual uno de sus extremos, el externo, está íntimamente ligado a la membrana del tímpano, hallándose el extremo opuesto en relación inmediata con el líquido laberíntico.
El aparato auditivo del hombre puede considerarse en tres segmentos:
  1. Oído externo.
  2. Oído medio.
  3. Oído interno.
Elena López Coleto y Rebeca Solórzano Valderrama

Olfato


En el hombre, el sentido del olfato está menos desarrollado que en muchos animales, quizás porque al contrario que éstos, no depende de él para buscar alimento, hallar pareja o protegerse del enemigo.
El área de la nariz humana sensible al olor es de unos pocos centímetros cuadrados, mientras que en el perro, por ejemplo, recubre la membrana glucosa nasal por completo.


Sin embargo, el olfato humano es el más sensible de todos nuestros sentidos: unas cuantas moléculas, es decir, una mínima cantidad de materia, bastan para estimular las células olfativas.
Los receptores olfativos del hombre se encuentran situados en la porción superior de las fosas nasales, donde la pituitaria amarilla cubre el cornete superior y se comunica con el bulbo olfatorio. (VER IMAGEN).
Los vapores emitidos por las sustancias olorosas penetran por la parte superior de las cavidades ofosas nasales y, después de disolverse en la humedad de la pituitaria amarilla, actúan químicamente sobre los receptores olfativos. Los impulsos nerviosos que resultan de la activación de los receptores son trasmitidos al bulbo olfatorio y de ahí a la corteza cerebral para la formación de la sensación.
Mediante el acto de olfatear, la dirección de la corriente de aire es dirigida hacia la región olfatoria superior de la cavidad, facilitando la llegada de un mayor número de partículas olorosas hasta los receptores olfativos.
Las sensaciones olfatorias suelen confundirse con las del gusto, ya que ambas son producidas por el mismo estímulo químico. En verdad, varios alimentos son apreciados más por el olor que por el sabor.
El olfato contribuye a la iniciación de los procesos de la digestión. Así, cuando los distintos olores alcanzan el centro olfatorio del cerebro, éste envía al estómago los estímulos adecuados para que comience la producción de jugos digestivos; en este proceso interviene también la visión, de tal forma que ante la presencia de la comida empieza a producirse saliva en la boca, lo que facilita la digestión de los carbohidratos.

De todos los órganos de los sentidos, el olfato se distingue por la rapidez con que se adapta al estímulo. Ello se debe a que, cuando las células olfatorias se “han acostumbrado” a un determinado olor, cesan de transmitirlo al cerebro. Esta facilidad para dejar de percibir un olor no constituye, sin embargo, una limitación muy seria para la vida del hombre, puesto que sus adaptaciones no dependen tanto del olfato.
Una persona distingue entre dos mil y cuatro mil olores distintos.


Más detalles
El sentido del olfato permite apreciar el olor de los cuerpos.
No todos los cuerpos poseen olor. Los que lo poseen se llamanodoríferos y los que no tienen olor, inodoros.
Para que un cuerpo posea olor es necesario que emita partículas pequeñísimas que se mezclen con el aire. Esas partículas impresionan las terminaciones del nervio olfatorio.
El olfato, como vimos, reside en las fosas nasales que son dos orificios localizados por detrás de la nariz y encima de la boca. Las fosas nasales están separadas por un tabique cartilaginoso: en su parte anterior y óseo en la, porción posterior. Se encuentran por debajo de la cavidad craneana y en su cara externa se advierten tres salientes llamados cornetes superior, medio, e inferior.
Cada fosa nasal se comunica por una abertura con el exterior.  A la entrada de ellas se encuentran pelos gruesos y cortos.  El interior está recubierto por una membrana llamada pituitaria.


Elena López Coleto y Rebeca Solórzano Valderrama

Gusto

El sentido del gusto se encuentra en la lengua. La lengua es un órgano musculoso ubicado dentro de la boca o cavidad oral. La sensación que un alimento produce en el sentido del gusto se llama sabor.
Los alimentos pueden ser dulces o salados, ácidos o amargos. Detectar esos sabores es la función de las papilas gustativas en la boca; su importancia depende de que permita seleccionar los alimentos y bebidas según los deseos de la persona y también según las necesidades nutritivas.
El gusto actúa por contacto de sustancias químicas solubles con la lengua. El ser humano es capaz de percibir un abanico amplio de sabores como respuesta a la combinación de varios estímulos, entre ellos textura, temperatura, olor y gusto.
El sentido del gusto depende de la estimulación de los llamados "botones gustativos", las cuales se sitúan preferentemente en la lengua, aunque algunas se encuentran en el paladar; su sensibilidad es variable. La lengua presenta unas estructuras, denominadas papilas, que le confieren su aspecto rugoso. En ellas se encuentran los botones gustativos, donde se asientan losquimiorreceptores juntos con las células epiteliales que les sirven de sostén.


  • Según su forma se conocen 3 tipos de papilas.
1. Papilas fungiformes: tienen forma de hongo y se encuentran distribuidas en la parte anterior del dorso y bordes laterales de la lengua. Son sensibles a los sabores dulces, ácidos y salados
2. Papilas caliciformes o lenticulares: tienen forma de cáliz o copa y se distribuyen cerca de la base de la lengua formando una V; captan los sabores amargos.
3. Papilas filiformes o cónicas: tienen forma de filamento y se encuentran en la punta y bordes laterales de la lengua. A diferencia de las papilas fungiformes y caliciformes no tienen función gustativa, solamente son receptores táctiles y captan la temperatura.


Elena López Coleto y Rebeca Solórzano Valderrama

Tacto

El sentido del tacto o mecano recepción es aquel que permite a los organismos percibir cualidades de los objetos y medios como la presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc. En el ser humano se considera uno de los cinco sentidos básicos. El sentido del tacto se halla principalmente en la piel, órgano en el que se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos que se encargan de transformar los distintos tipos de estímulos del exterior en información susceptible de ser interpretada por el cerebro. La piel se divide en dos capas: epidermis, que es la capa superficial y la dermis que es la capa más profunda. La epidermis: Está constituida por un tejido epitelial. Está formada por células muertas plegadas, denominadas melanina que es el pigmento que da color a la piel. Dermis: tejido conjuntivo. Esta formado por dos glándulas, las glándulas sebáceas y las sudorípedas. Debemos tener en cuenta que aunque principalmente el sentido del tacto se encuentra en la piel, también lo encontramos en las terminaciones nerviosas internas del organismo, pudiendo percibir los altos cambios de temperatura o el dolor. Por lo que es el más importante de los cinco sentidos permitiendonos percibir los riesgos para nuestra salud tanto internos como externos.
      

                                  


Elena López Coleto y Rebeca Solórzano Valderrama

miércoles, 24 de abril de 2013

Enfermedad del sueño

Causas:

La enfermedad del sueño es provocada por dos gérmenes (protozoos): Trypanosoma brucei rhodesiense y Trypanosoma brucei gambiense; el primero es el que produce la forma más grave de la enfermedad.

Las moscas llamadas tse-tsé transmiten la infección. Cuando una mosca infectada pica, la infección se propaga a través de la sangre.
Entre los factores de riesgo se puede mencionar vivir en partes de África donde se encuentra la enfermedad y ser picado por las moscas tse-tsé. La enfermedad no se presenta en los Estados Unidos, pero los viajeros que hayan visitado África o hayan vivido allí pueden tener la infección.

Síntomas:

Los síntomas generales abarcan

  • Ansiedad
  • Aletargamiento durante el día
  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Insomnio en la noche
  • Cambios en el estado de ánimo
  • Somnolencia (puede ser incontrolable)
  • Sudoración
  • Ganglios linfáticos inflamados en todo el cuerpo
  • Nódulo inflamado, rojo y doloroso en el lugar de la picadura de la mosca
  • Debilidad

Pruebas y exámenes

Un examen físico puede mostrar signos de inflamación del cerebro y su cubierta, las meninges (meningoencefalitis).
Los exámenes incluyen los siguientes:
  • Frotis de sangre
  • Pruebas del líquido cefalorraquídeo
  • Conteo sanguíneo completo (CSC)
  • Aspiración de ganglio linfático
La mayoría de las pruebas para anticuerpos y antígenos no son útiles porque no pueden establecer la diferencia entre una infección actual y una pasada. Los niveles específicos de IgM en el líquido cefalorraquídeo pueden servir.

Tratamiento

Los medicamentos que se utilizan para tratar este trastorno son, entre otros:
  • Eflornitina (únicamente para T. gambiense)
  • Melarsoprol
  • Pentamidina (únicamente para T. gambiense)
  • Suramina (Antrypol)
  • Algunos pacientes pueden recibir politerapia

Expectativas (pronóstico)

Sin tratamiento, la muerte se puede presentar dentro de los seis meses siguientes a partir de una insuficiencia cardíaca o de la infección por T. rhodesiense misma. La infección por T.gambiense produce la clásica "enfermedad del sueño" y empeora con mayor rapidez, con frecuencia, durante unas pocas semanas. Cualquiera de las dos enfermedades se deben tratar inmediatamente.

Posibles complicaciones

Las complicaciones abarcan: 
  • Lesión relacionada con el hecho de quedarse dormido al conducir un vehículo o desempeñar otras actividades.
  • Daño progresivo al sistema nervioso. 
  • Sueño incontrolable a medida que la enfermedad empeora.
  • Coma.      
Mari luna Torralbo Romero y Ana Rodriguez Copado